Desde pequeña he tenido una intensa curiosidad por esta palabra, según la RAE (La Real Academia de la lengua  Española) el amor se define como:

“El sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser”

Pero la verdad no siento que este sea su definición real o apropiada, sin embargo sí es la impuesta.

La vida nos presenta diferentes tipos y variaciones de esta palabra; está el amor familiar, el amor de pareja, el amor a lo material, el amor a los amigos y mi favorito EL AMOR PROPIO… y no es mi favorito porque sea una persona ególatra, sino porque siento que es el más importante.

Si desde pequeñas nos enseñaran a amarnos, aceptarnos, explorarnos, conocernos, elogiarnos, conquistarnos, consentirnos, descubrirnos y a disfrutarnos, muchas inseguridades no aparecerían en nuestros días. Antes pensaba que mis pensamientos, penas y miedos eran cuestión de cambios hormonales, ya saben de adolescente… pero he visto a chicas de mi edad y a mujeres que me llevan el doble de años, sufrir a causa del amor, lo cual dudo mucho que sea la causa real… sufren por sentir que son insuficientes, por el miedo de encontrar y perder a alguien que las complementa. Este anhelo implantado en nuestra crianza y cultura nos hace soportar, minimizar, culparnos, ceder, ignorar y siempre poner la otra mejilla, con tal de no perder a esa “media naranja”, “partidazo”, “mijita, nadie se la va a aguantar como ella o él” y demás etiquetas que ponemos cuando estamos “enamoradas”.

Mi amor favorito es el propio porque soy fiel creyente que no se puede ofrecer algo que no se tiene, y aunque suene una palabra cliché es verdad. Si tu idea del amor es que es un sentimiento que otro debe brindarte siempre esperarás al indicado, al correcto, al que te ame como tú quieres y mientras llega, soportarás a uno que otro que no cumpla con nada de lo te hace sentir feliz, con tal de no sentirte sola ¿Cuál es tu idea de amor? ¿Sabes qué tipo de amor quieres? Estoy segura que sí, la pregunta es ¿Por qué te conformas con menos en muchas ocasiones? ¡Tú eres el partidazo, la mejor opción! No te olvides de eso, ámate más y toma decisiones que te hagan sentir cómoda sin importar lo demás, conquístate y no busques un complemento, encuentra a un compañero (a) que brille con su luz al lado de la tuya, para no solo verte bien, sino sentirte mejor.