El egoísmo puede ser bueno siempre y cuando sea al momento de ponerte como prioridad en situaciones que te hacen daño.

Empecemos por dar una definición aproximada de la palabra egoísmo: puede entenderse como una actitud en la que la persona se ocupa en exceso por cosas que son para su propio interés y beneficio, sin preocuparse ni atender en las necesidades de las demás personas.

Y sí, está bien poner en primer lugar las cosas que necesitamos y queremos, pero el tema está cuando cruzas esa línea y no te importa si con eso le haces daño a los demás o no. Puedes experimentar esto cuando estás en una relación de pareja y llega un momento en donde las cosas ya no funcionan, cuando te sientes agobiada todo el tiempo, peleas a cada rato y no te sientes tranquila ni feliz.

Ahí, en ese momento, hay que hacer un alto y darte un respiro, uno en donde puedas analizar lo que está sucediendo y determinar si esa es la relación en la que quieres estar o no, por más amor que sientas por tu pareja.

Spoiler: por lo general, siempre gana tu tranquilidad y tu felicidad, y no es para menos. Mereces sentirte bien contigo misma y en la relación en la que estás. Aquí, podemos decir que NO es egoísta ponerte a ti primero.

Nadie merece vivir triste, nadie merece estar en una relación tóxica que te quita más de lo que te da y en donde te pierdes a ti misma. Como todo en la vida, hay tipos de cosas, y este tipo de egoísmo en donde te priorizas sobre una situación difícil o tóxica es bueno… porque tu salud mental importa, tus sentimientos importan y no deberías estar en las últimas para frenar las cosas que no te hacen bien.

Cuéntanos si estás de acuerdo, o en qué tipos de situaciones el egoísmo termina siendo un acto de amor.

#MiBendiciónEs