Está escrito y lo sabemos todas, lo que comemos y ponemos en nuestro cuerpo se ve reflejado en nuestra piel del rostro. Así que el primer paso es controlar (no de manera obsesiva) lo que comemos, y saber qué repercusiones puede tener en la salud de nuestra piel.

Si desde jóvenes queremos prevenir el envejecimiento prematuro y la salida de arrugas, el colágeno siempre será la mejor opción, hoy en día puedes acudir a él en diferentes formatos, formas, e incluso sabores y colores. Así que no dude en agregarlo a tu daily meal routine.

Por otra parte, si estás teniendo problemas relacionados con acné, o tu piel está pasando por momentos difíciles, haz un STOP y mira qué estás comiendo y qué ha causado esta reacción en tu piel. Normalmente este tipo de reacciones están conectadas con el exceso de azúcar en tus alimentos, así que no estaría demás revisar el tema con tu dermatólogo o médico de cabecera.

Normalmente la piel tiende a reaccionar a productos lácteos pesados o exceso de grasas saturadas y crear una erupción debido a la sobrecarga. Sin embargo, teniendo en cuenta que cada piel tiene un proceso diferente, revisa qué es lo que te hace daño a ti. Recuerda que tienes aliadas y suplementos de origen vegetal que pueden fácilmente sustituir los alimentos clásicos.

Por último siempre recomendaremos los masajes faciales a cualquier hora y momento, ya que en nuestra cara algunas veces se acumulan excesos de líquidos, que podemos ayudar a drenaje con ayuda del movimiento (bien hecho) de nuestros músculos faciales.

Agregado a esto, el mercado te ofrecerá mes a mes diferentes alternativas para que cuides tu piel de manera óptima y efectiva. Pregunta incluso a tu dermatólogo por nuevos métodos anticonceptivos que te ayuden a controlar tus hormonas, y si le agregas nuestros consejos, no tendrás nuevamente que preocuparte por ello.